Don Gregorio Hernández (el maestro pescador), final de los años 50 "Vino a sustituir a don Pepe. Buen maestro también. Abierto y hablador, enseguida se integró en el pueblo. Lo mismo hablaba con cualquiera que encontraba en la calle que iba los domingos a jugar la partida a la cantina. Sufría del estómago, de vez en cuando mandaba a algún alumno a buscarle a casa un vaso de agua con bicarbonato. En sus ratos libres, cuando la veda estaba abierta, se dedicaba a pestar, fue afición que cogió cuando vino a Zacos. Enseguida aprendió el arte del buen pescador y comenzó a volver del río con buenos ejemplares de trucha en la cesta. De zacos fue para el pueblo de la Carrera de Otero, más próximo a Astorga a donde fue a vivir al ser destinado a dicho pueblo.( Nicolás Álvarez Pérez, "EN LA CEPEDA ZACOS" (p. 70) ).

Doña Elisa profesora de Zacos al final de los años 30, colección de Armando Ramos. "Vivia con dos hermanas, doña Pilar y doña Benigna en la casa de la maestra. Ya era mayor. Recuerdo que alguna vez invitó a las alumnas a su casa, sería por algún acontecimiento especial, a comer unos churros que ellas mismas habían preparado. ( Nicolás Álvarez Pérez, "EN LA CEPEDA ZACOS" (p. 68) ).

Don Gregorio, en 1935. "Era un maestro duro con los alumnos y quizás demasiado exigente. Abusaba un poco de la autoridad y, en su afán de educar "como se debía", se pasaba con los castigos corporales. Ahí están, para corroborarlo, muchos de los alumnos que con él fueron a la escuela del que no guardan muy buen recuerdo. No se olvidan de aquella disciplina tan estricta que les imponía y que, aun los domingos, con él a la cabeza, debían asistir a misa en perfecto orden y silencio. Vivía en Vega de Magaz, donde aún se conserva la cochera en la que encerraba su automóvil, justo a la entrada del pueblo según se va desde Zacos" ( Nicolás Álvarez Pérez, "EN LA CEPEDA ZACOS" (p. 65) )

Equipo de futbol de Zacos, años 50. De arriba a abajo y de izquierda a derecha (Enrique - Félix - Aladino - Miros (2 hijo de Nedina) - Porfirio - Tomas (hermano de Lorenza) - Emilio

Trilladora en Zacos, años 60. Facilitaba mucho el trabajo, lo que antes se hacía en días, ahora se terminaba en horas y requería de menos gente. Tenía la ventaja que ya sacaba la paja picada y separada del grano. Su uso no estaba muy extendido, por el elevado costo de la máquina.